Fuente: motor.es
Imagen de Davie Bicker en Pixabay
Seguro que todos deseamos que nuestro coche nos dure mucho tiempo y en las mejores condiciones posibles. Para alcanzar este objetivo es necesario que pongamos especial atención a determinadas situaciones en invierno, como la de arrancarlo.
Como sabrás, el motor de un vehículo de combustión está formado por numerosas piezas móviles que interaccionan entre sí y necesitan de lubricante para evitar o reducir el roce que pueden acabar generando averías y daños irreparables.
Estos lubricantes se alteran durante los días más fríos del otoño y el invierno, volviéndose más viscoso de lo normal, necesitando calentarse más para cumplir con sus fuciones correctamente. Además, cuando el coche lleva mucho tiempo parado, el aceite se deposita en el cárter y necesita volver a repartirse por todas las piezas del motor cuando lo ponemos en marcha.
Por este motivo cuando arrancamos el motor, éste empieza a girar con escasa lubricación, por lo que debemos tener en cuenta las cosas que debemos y las que no debemos de hacer con el motor en frío.
Cosas que SÍ debes de hacer al arrancar en frío:
Antes incluso de poner en marcha el coche, lo primero que tendremos que valorar será el lugar en el que lo aparquemos, algo que no solemos hacer.
Tener el coche en garaje o resguardado es muy beneficioso para evitar que esté a la intemperie y sufra las inclemencias del tiempo en su plenitud. Al igual que aparcarlo en zonas abiertas como parques o descampados hace que no tenga barreras que lo protejan como sí tendría situándolo junto a muros o edificios.
Llegado el momento de arrancar el motor, es conveniente girar parcialmente la llave sin llegar a arrancar el motor, para activar los sistemas de inicio del motor y que vayan calentándose. En caso de temperaturas muy frías, podremos repetir dos o tres veces ese proceso, vigilando bien el testigo de los calentadores, especialmente en los motores diésel.
Una vez hemos arrancado el motor, es conveniente esperar otros 30 segundos antes de iniciar la marcha, dando tiempo a que el lubricante recorra todo el interior del motor sin exprimir al propio motor.
Ya hemos comenzado a circular, ahora debemos de evitar revolucionar en exceso el motor antes de que alcance una temperatura adecuada (unos 40 o 50 grados) para poder usarlo sin problemas. Normalmente podremos alcanzar esas temperaturas en el trayecto que nos lleva desde casa hasta la carretera fuera de la ciudad o la autovía, donde alcanzaremos los 90 grados de temperatura idóneos para sacar todo el partido al motor sin riesgos.
Cosas que NO debes de hacer al arrancar en frío:
Aparte de las recomendaciones de qué hacer vistas anteriormente que van mezcladas con consejos de qué no hacer, vamos a profundizar un poco más en las acciones a evitar arrancando en frío.
Mantener la llave girada mas de tres o cuatro segundos si el coche no consigue arrancar, ya que podríamos dañar el motor de arranque, la batería, etc.
Arrancar con prisas sin limpiar las lunas ya que resulta peligroso y forzará el motor como se ha indicado antes.
Conducir con acelerones bruscos y en altas revoluciones ya que forzamos la mecánica del vehículo.
Forzar el funcionamiento de la calefacción antes de tiempo para calentar el habitáculo, que al conseguirse con el calor del motor no podrá conseguirse.
Descuidar los niveles del coche y su mantenimiento. Esto es vital en todo momento, pero aún más en invierno donde es necesario un óptimo estado de los niveles para evitar hacer sufrir al motor al usarlo.